La conmemoración del Día Internacional de la Mujer es considerada como una jornada de lucha que procura reflexionar sobre logros alcanzados en los asuntos de la igualdad de la mujer y establece las demandas por más derechos y cambios posibles. Además, un día importante para recordar a mujeres que han tenido un papel fundamental en la construcción de los derechos de las mujeres.

Han trascurrido 111 años, en que Clara Zetkin, en 1911, proclamó el Día Internacional de la Mujer, pero, también, en el Perú, ese mismo año, la primera feminista peruana, María Jesús Alvarado, en un acto público leía su conferencia “El Feminismo”, en que reafirma la defensa de la mujer y sus derechos civiles y políticos. Lo cierto es que, la historia registra distintos episodios históricos en los que las luchas de las mujeres, por alcanzar la igualdad en el mundo, nunca se detuvo; actos en que las mujeres políticas y obreras de aquí y del mundo, continuaron agitando con escritos y en las calles, duras jornadas de luchas que culminaron en el Día Internacional de la Mujer.

Pese en haberse instituido como una jornada de lucha por la igualdad, muchas mujeres aún se preguntan ¿cuál es su origen y que condujo a que el 8 de marzo lograra este reconocimiento internacional? ¿en qué contexto se celebra el Día Internacional en el Perú? ¿por qué las mujeres peruanas estuvieron arropadas en el pensamiento ajeno y no en las entrañas de memoria histórica peruana? Para revelarlo, tenemos que revisar la historia de los hechos que construyeron las mujeres peruanas y ocurrieron a finales del siglo XIX y principios del XX.

¿Cuál es el origen y la historia del 8 de marzo?

Surge en el escenario de los movimientos obreros que se dieron a finales del siglo XIX y principios del XX en Norteamérica y Europa. El mundo se encontraba sumergido en grandes preocupaciones y, las luchas emprendidas por las mujeres, no fue un hecho aislado. Europa se prepara para la I Guerra Mundial, en África y Asía las revueltas nacionalistas no cesaban ante la opresión de los imperios coloniales, y en Norteamérica, el movimiento de las mujeres por el sufragio femenino se hacía invencible. En estas circunstancias, la lucha de las mujeres se convirtió en una causa justa y de repercusión mundial.

En 1910, en la II Conferencia de Mujeres Socialistas, reunida en Copenhague, las mujeres insisten en demandar el sufragio femenino. La propuesta de Clara Zetkin de proclamar el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, tenía como propósito proclamar la igualdad de los derechos, incluyendo el sufragio femenino, propuesta que fue respaldada por las mujeres que participaron en la cumbre socialista.

En conclusión, la primera celebración del Día Internacional de la Mujer se llevó a cabo el 19 de marzo de 1911, en países Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza para luego extenderse a otros. Los diarios de la época narraban que la celebración se había convertido en un acto multitudinario en que, más de cien mil mujeres procedentes de diecisiete países, entre las que se encontraban mujeres elegidas al parlamento finlandés, apoyaron a Zetkin, reclamaron, además, el derecho al voto femenino, a ocupar cargos de carácter público, a la formación profesional y a la no discriminación laboral. Eran los días en que las luchas emprendidas por las mujeres obreras, habían alcanzado niveles insospechados y los patrones empezaban a temer, cuando en un incendio de grandes proporciones en una fábrica de camisas, aconteció en Norteamérica.

Había pasado solo 7 días de la gran celebración, cuando el 25 de marzo de 1911, una tragedia enlutó los hogares obreros de Nueva York. Habían muerto carbonizados 123 jóvenes trabajadoras y 23 trabajadores, en su mayoría migrantes. No habían podido escapar del incendio porque los patrones los habían encerrado. El trágico suceso trajo consecuencias en la legislación laboral y en las celebraciones posteriores del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, que hicieron referencias a las penosas condiciones laborales que arrastraron al desastre.

En 1913, Rusia, celebró el primer Día Internacional de la Mujer, y un año mas tarde, en 1914, por primera vez, lo harían, Alemania, Suecia y Rusia. En 1917, coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer, en Rusia se organizan mítines que toman un fuerte tono político, trayendo consigo un levantamiento que acabó con la monarquía zarista. Ese mismo año, luego de la Revolución de Octubre, la dirigente bolchevique, Alexandra Kollontai, logró que el 8 de marzo fuera considerado una fiesta nacional.

Posteriormente, en 1975, las Naciones Unidas promulgó el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer, siendo celebrado a nivel oficial. Dos años después, 1977, la Asamblea General de las ONU, invitó a todos los estados que la proclamasen, de acuerdo a las tradiciones y costumbres nacionales.

El 8 de marzo en el Perú

En el Perú, el Día Internacional de la Mujer se celebró por vez primera, en 1983. Eran los años de la guerra interna, el feminismo contaba con pocos años de vida y los colectivos surgidos tenían concepciones diversas. Existía el pensamiento que postulaba que el feminismo tenía como base el género, y otros colectivos sostenían que la articulación del género y la clase social, eran sus soportes, en un país en descomposición cuyas poblaciones urbanas y rurales vivían en condiciones deplorables que había traído consigo un conflicto armado contra el Estado.

En consecuencia, algunos colectivos feministas, junto a secciones femeninas de los partidos políticos, convocaron a tomar las calles de Lima y marcharon portando cartelones, desde la Plaza Dos de Mayo hasta el parque Universitario con consignas por la igualdad y en defensa de mujeres que eran violadas en el conflicto, y los otros grupos feministas que impulsaron el Festival Canto a la Vida, se realizó en Campo de Marte y que fue organizado por organizaciones feministas. A esta conmemoración, años más tarde, se añadió el Estado a través del Ministerio de Promoción de la Mujer y Desarrollo Humano, hoy Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables.

La efervescencia del movimiento feminista en los años ochenta trajo innovaciones. Las feministas empiezan a escribir, crean y editan revistas, magazines en diarios, y publicaron – por primera vez - estudios históricos sobre la condición de las mujeres en el Perú, proceso que reivindicó la actuación de mujeres cultas a finales del siglo XIX y XX.

Aquellos años han pasado y las investigaciones demuestran que las mujeres peruanas, a lo largo de la República, fueron protagonistas y activas defensoras de sus derechos, tal y como lo hizo, la líder alemana, Clara Zetkin, en 1911, cuando proclamó el Día Internacional de la Mujer. En el Perú, como ocurría en Europa, había irrumpido una corriente de mujeres que con la mirada fijada en la emancipación de la mujer. Así, Mercedes Cabello, en 1878, en su ensayo “Influencia de la mujer en la civilización”, evoca y honra la lucha de Zetkin al señalar: “Hace tiempo que en los principales centros de la civilización trabaja con empeño para obtener sus derechos políticos. (…). Es la expresión de solidaridad con las luchas emprendidas por las mujeres del mundo que bregan por sus derechos políticos”. Otro hecho importante es que, un mes antes de que Clara Zetkin propagara el Día Internacional de la Mujer, el 28 de febrero de 1911, María Jesús Alvarado, estaba leyendo su conferencia “El Feminismo” en que expuso los fundamentos del feminismo en la búsqueda de los derechos civiles y políticos de las mujeres. Estos y otros hechos que son materia de análisis, marcan un hito en la historia del feminismo peruano.

En resumen, el reloj de la historia ha sido el encargado de mostrar la memoria histórica de las mujeres peruanas. De aquí en adelante, las mujeres que antes tuvieron que arroparse con la historia del feminismo europeo o norteamericano, ahora, están inquietas en seguir estudiando la historia de las mujeres, de las heroínas peruanas, y siguieran tomando las calles para demandar nuevos derechos, defender los ya conquistados y luchar contra aquellas leyes que las discriminen en el Día Internacional de la Mujer.


Foto: Lorena Flores